Esta tendencia se atribuye a la dificultad de las redes sociales para demostrar un impacto directo en las ventas y a la preferencia de los usuarios por experiencias menos intrusivas. En contraste, los medios minoristas, como Amazon, ofrecen datos precisos sobre hábitos de compra y espacios publicitarios personalizados, atrayendo mayor inversión publicitaria. A pesar de este declive, plataformas como LinkedIn han logrado mantener la confianza de los anunciantes al limitar anuncios invasivos y fomentar interacciones significativas. El futuro de las redes sociales en el marketing dependerá de su capacidad para adaptarse a las demandas de privacidad y efectividad que exigen tanto usuarios como marcas.
